lunes, 11 de junio de 2012


Día mundial contra el trabajo infantil - 12 de junio

   
En todo el mundo, y en franca violación de los derechos de la infancia, cientos de miles de niñas y niños realizan trabajos que los privan de la educación, la salud, el tiempo de ocio y las libertades elementales. De estos niños, más de la mitad están expuestos a las peores formas de trabajo infantil, como el trabajo realizado en entornos peligrosos, la esclavitud u otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas como el tráfico de estupefacientes y la prostitución, así como la participación en conflictos armados.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el primer Día mundial contra el trabajo infantil en 2002 como forma de poner de relieve la gravísima situación de esos niños. Este día se celebra el 12 de junio y tiene por objeto ejercer de catalizador del creciente movimiento mundial contra el trabajo infantil, reflejado en el gran número de ratificaciones del Convenio núm. 182 sobre las peores formas de trabajo infantil y el Convenio núm. 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo.
El Día mundial contra el trabajo infantil ofrece la oportunidad de captar más apoyo para la campaña en contra del trabajo infantil por parte de los gobiernos y de los interlocutores sociales de la OIT, la sociedad civil y las demás partes interesadas, incluidas las escuelas, los grupos de jóvenes y de mujeres, y los medios de comunicación.
Erradicación, por ley


En 2001, Uruguay ratificó el Convenio n° 182 de la OIT y contrajo la obligación de eliminar todas las peores formas de trabajo infantil.

El Estado, creó el Comité de Erradicación del Trabajo Infantil (CETI-2000). Es el responsable de implementar planes nacionales de acción para afrontar la problemática.

El INAU, en 2006, estableció criterios para definir el trabajo peligroso para niños, niñas y adolescentes. Entre los trabajos ilegales, están los vinculados a la ganadería, viveros y gasolineras.

A diario, es común ver en las calles uruguayas a niños y niñas recolectando residuos, solos o acompañados por adultos. Clasifican metales, vidrios, plásticos, en sus casas u otros espacios y, a veces, los venden.

El CETI, aprobó una subcomisión encargada de brindar recomendaciones para eliminar la recolección y clasificación de residuos en todas sus etapas.

El informe publicado (2008), indica los riesgos a los que se exponen: físicos (inhalaciones tóxicas, quemaduras, mutilaciones,…) y psíquicos (estigmas, baja autoestima). Además, sufren exclusión social, ya que viven lejos de los centros educativos y del contexto comunitario. Sus derechos a la educación, salud, alimentación, ocio y tiempo libre están siendo vulnerados.

Las recomendaciones para acabar con esta actividad, señalan el apoyo integral a la familia y apoyo laboral a los adultos. También, se requiere un censo de familias recolectoras e investigaciones del sector. Inciden en la promoción de la educación y salud de los niños y niñas y en realizar campañas de sensibilización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario