sábado, 7 de abril de 2012

Tradiciones de mi patria. Regresando de semana de turismo...

UNIDAD DIDÁCTICA:
TRADICIONES DE MI TIERRA
En esta “aldea global” conservemos nuestras tradiciones para no perder la identidad.

Fundamentación:
Al regresar a clases luego de una semana dedicada a las tradiciones de nuestra sociedad, es conveniente retomarlas en clase a fin de conocer que ellas, entre otras cosas,  representan nuestra identidad como nación.
En este mundo globalizado, donde sucesos de lugares lejanos se viven en el momento presiso en el que se desarrollan; donde accedemos a informacion y características de otros lugares, personas,… es preciso fortalecer las tradiciones en las generaciones futuras, a fin de lograr vincularnos al mundo sin perder la identidad.

Objetivos generales:
Potenciar la formación de un sujeto situado con una identidad nacional.
Objetivos específicos:
Desarrollar en el niño la capacidad de identificar y valorar las tradiciones de nuestro país.
Estimular el desarrollo de la identidad nacional.
Dar al niño las herramientas necesarias para apropiarse de los conocimientos sociales, geográficos e históricos que nos identifican.
Contenidos:
La jerarquización y la ejemplificación de la información en la expresión oral.
El argumento pertinente y no pertinente al tema, la situación y el interlocutor.
La lectura expresiva de leyendas.
La ampliacion del reservorio lingüístico: la memorización de poemas, el recitado.
Los sustantivos comunes y propios. (1º año)
El enunciado. La mayúscula y el punto final. (1º año)
La adjetivación: adjetivos calificativos y determninativos.
La lectura de información en mapas y planos.
La organización gráfica de la información: el cuadro sinóptico y el mapa conceptual.
Numeración.  Serie numérica  oral y escrita hasta  4 cifras. La comparación de igualdades. Operaciones algebráicas. Cálculo pensado.
Probabilidad: Los sucesos simples y compuestos. Representación en diagrama de árbol.
Estadística: la muestra y la bariable para presisar la recolección de datos.
Las conclusiones a partir de la interpretación de gráficos.
Artes visuales: El arte popular actual y sus manifestaciones en  madera, cuero, pinturas, esculturas.
Las fotografías de paisajes.
El paisaje sonoro (2º). La polución sonora en el ambiente.
Literatura: las leyendas. Refranero popular. La letra en la murga.
Geología: Las aguas superficiales, circulación y transporte en las cuencas hidrográficas del Uruguay.
Astronomía: Las diferencias térmicas diarias.
La orientación con el sol. Las zonas en el horizonte (oriente – occidente). Los puntos cardinales.
Historia: Las festividades propias del Uruguay.
Geografía: las representaciones espaciales, el plano y el mapa. El lenguaje cartográfico, códigos de color de acuerdo a la temática representada. Los sistemas de localización. Ña orientación cardinal. La brújula.
El paisaje rural y el urbano. Los modos de vida y las comunicaciones como constructores de los diferentes paisajes.
El Uruguay en la Cuenca del Plata. El lenguaje cartográfico de los mapas y el globo terráqueo: los símbolos, los puntos cardinales y las referencias.
El Uruguay a través de la cartografía. Los límites departamentales y nacionales.
Ética: Los mitos y religiones en la actualidad.
Las creencias familiares en la construcción del discurso.
Anexo:
Textos a trabajar:
LA LEYENDA DE LA YERBA MATE.
¿Por dónde podré bajar?, se preguntaba la solitaria luna paseándose por el cielo. El inmenso espacio azul le parecía una jaula y su único amigo era el aire. Lo envidiaba por su libertad para desplazarse de un lado a otro jugueteando con las nubes. Su mayor anhelo era pisar esa verde alfombra de las praderas que veía desde arriba, y dejarse resbalar por las colinas que descendían hasta un profundo y misterioso manchón azul.
-Quiero conocer ese otro cielo que tienen abajo -le contó al aire.
No es el cielo, mi amiga -silbó él-, es el mar.
Se acrecentaron sus deseos y en un ataque de mal genio gritó:
-¡Quiero bajar! ¡Quiero bajar!
Una estrella peleadora le dijo:
-¿Para qué formas berrinche? Eres centinela de la noche y no puedes dejar tu puesto.
Al verla llorar lágrimas de plata, las nubes se pusieron de acuerdo. Ellas la comprendían, porque en sus viajes siempre admiraron la tierra.
–Te vamos a ayudar para que no se note tu ausencia -le dijeron-. Cada una de nosotras colgará sutiles gasas de neblina y entre todas formaremos un telón, que dejará la noche más oscura que boca de lobo.
-¿Qué es eso? -preguntó ingenuamente la luna.
El arco iris prestó su escala de siete colores, y la luna, con una capa negra, un aderezo de tules y una coronita de estrellas, como una reina, bajó orgullosa. La tierra le abría al fin sus brazos amorosos, sus lagos y sus abanicos de palmera. La primera sensación que experimentó fue la de volar, de ser libre como un pájaro, hasta que sus pies tocaron unas agrestes colinas cubiertas de vegetación, entre las que cantaba el río Paraná. Se volvió niña, fascinada por las flores y los perfumes. Al mirarse en las aguas, su cara redonda le pareció demasiado pálida entre los coloreados frutos. Hubiera querido ponerse trenzas y parecer una campesina.
-¿Dónde habrá niños? – se preguntaba, sin saber que era este un lugar tropical y muy desierto.
-Ven a nadar – la invitó el río con un murmullo de cascadas.
No se hizo de rogar la traviesa luna. Se despojó de su paca y tules y de su coronita de estrellas para sumergirse en las rumorosas aguas que se llenaron de reflejos. En el oleaje aparecía y desaparecía, cual un barco redondo y blanco, y era ella la que miraba el cielo, un tanto oscuro sin su presencia.
“Ahora -pensaba- que he probado los frutos y conozco eso verde que es el pasto, los helechos y el agua; ahora que he aquietado este deseo de tierra, podré volver a mi sitio y ser para siempre una luz lejana, que alumbre los caminos del mundo y las ventanas de sus casas. Pero, ¡qué bueno fue mirar desde abajo!”
Ni se acordaba del cielo y lo encontró lindo.
Con su falta de experiencia se olvido del jaguar, el temible animal de la selva que en las noches busca siempre alguna víctima para calmar su feroz apetito. Agazapado entre los juncos, vio a la luna, le pareció una gran tortilla de maíz, un tanto cruda tal vez. Cuando quiso abalanzarse a devorarla, el cuchillo de un diestro cazador terminó con su hambre y con su vida. Este hombre con su mujer e hija eran los únicos habitantes de la enmarañada selva; había construido una choza en un claro y hacía tiempo que andaba en busca de liquidar al jaguar que robaba sus animales domésticos.
-No temas, criatura -le dijo a la luna, que tiritaba de susto, sin saber aún de quien era esa redonda cara pálida-. Yo te llevaré a mi choza, en donde mi familia te atenderá.
Generoso, como buen campesino, le cocinó la última tortilla de maíz que quedaba; pasarían muchos meses antes de la próxima cosecha. La luna, envuelta en una gran sábana, se sintió feliz y humana entre gente tan amable, hasta que oyó decir a la mujer de su salvador:
-¿Qué vamos a comer mañana? Se acabó el maíz.
Con un poco de pena se puso su capa de reina, sus gasas y su coronita maltrecha. Se decidió a partir para volver a tomar su puesto en el firmamento y de paso agradecer su ayuda a las nubes. Nadie se había percatado de su ausencia ni de su viaje a la tierra y el arco iris se afanaba guardando su escala. La luna pensó: “¿qué puedo regalarle a esos campesinos que tan amablemente me acogieron? Algo que los ayude a vivir momentos felices, a olvidarse de la soledad y que los reponga de los duros trabajos que realizan”. Entonces, muy emocionada, dejó caer sus lágrimas de plata que, iluminando la choza de luz y reflejos, regaron los campos.
Cuando al amanecer el buen hombre salió de la casa, arbustos desconocidos habían brotado por doquier. Entre el verde oscuro de las hojas asomaban blancas florcillas. La mujer, de pura hambre, preparó una infusión con esta yerba nueva y al beberla se sintieron todos mucho mejor y con ánimo.
El arbusto cundió como maleza por todas partes, y el país se hizo famoso y rico por su yerba mate. Se dice que la hija del campesino fue la depositaria de este regalo, que jamás murió y que va por todas partes repartiendo este don de la luna.

REFRANES POPULARES URUGUAYOS
HAY EN AMÉRICA UN PEQUEÑO PAÍS.
"Hay en América un pequeño país - El Uruguay - que todos aceptaríamos por patria, porque tiene no sé qué de la perfecta madre. Los mejores hombres de América cuando miran hacia él, le encuentran cuando menos una de sus líneas amadas: o el sentido democrático, o la cultura. 
Si, en algún tiempo, hiciéramos una sola cosa del continente español, tal vez fuera la suya, la capital elegida por todos, sin celos ni vacilaciones. 
Esa pequeña patria que ha ejercido magisterio sobre cada uno de nuestros pueblos, suele mandarnos enviados a quienes recibimos como dardos de seda que, de mano de Minerva, parten hacia los cuatro puntos cardinales. 
No son gestores de negociados que vengan a darnos yugos económicos, ni políticos serpentinos que ofrecen alianzas; son varones del Espíritu que hablan con palabra recta y limpio corazón." 


 Gabriela Mistral (1889- 1957).



Otros recursos para trabajar la unidad desde las páginas Web
http://definicion.de/tradicion/


http://www.organicesuevento.com/fiestasyeventos/semana-santa-de-turismo-criolla/

http://www.uruguayuruguay.com/cultura-de-uruguay.htm

http://www.ecosregionales.net/?edicion=1598&noticia=17165





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